Ser Pet Friendly y la importancia de hacerte cargo de un perro o un gato
No es solo tener una mascota. Es formar un vínculo. Es elegir mirar a otro ser vivo a los ojos y decirle: “De ahora en adelante, soy tu persona”. Ser pet friendly no es una moda. Es una decisión que transforma hogares, negocios y corazones. Y sí, también puede cambiar el mundo.
Cuando una mascota no es un accesorio, sino un compromiso real
Imagina esta escena: un niño y su perro corren por una plaza, una mujer camina al atardecer con su gato dentro de una mochila especial, una cafetería local ofrece agua y sombra a los animales de compañía. Nada de eso es parte de una campaña publicitaria. Es vida real. Es comunidad. Es responsabilidad.
En un país como Chile, donde más de la mitad de los hogares tiene al menos un animal de compañía, hablar de ser “pet friendly” ya no es una rareza. Es una necesidad. Pero más allá de aceptar animales en restaurantes o parques, la verdadera esencia de ser pet friendly radica en cómo nos hacemos cargo de ellos, en casa y en la ciudad.
Hacerse cargo no es solo alimentarlos. Es cuidarlos emocional, física y socialmente.
Cuidar de un perro o un gato no es solo tener comida y un rincón donde duerman. Es conocer su carácter, identificar sus miedos, responder a sus necesidades y, sobre todo, garantizarles un entorno saludable y digno.
Adoptar —y no comprar— es un primer paso. Pero el acto de adoptar también exige conciencia: vacunas, paseos, juegos, visitas al veterinario, entrenamiento emocional, esterilización, socialización y más. Hacerse cargo es saber que el compromiso es para toda su vida. No mientras dure el entusiasmo.
Y también es entender que cada perro y cada gato es un universo distinto, con sus propias heridas y lealtades, con sus modos de amar y expresar el miedo.

El alma de una comunidad también se mide en cómo trata a sus animales
Las ciudades que integran a sus animales en la vida diaria generan comunidades más sanas, empáticas y equilibradas. Los animales de compañía no dividen: unen. Fomentan relaciones sociales, reducen el estrés, mejoran la salud mental y le dan un sentido más profundo al día a día.
Lo mismo ocurre con los emprendimientos que han comprendido esta nueva realidad. Negocios que se declaran pet friendly no solo ganan clientes fieles, sino también se convierten en agentes de cambio. Una panadería que ofrece snacks para perros, un hostal que acepta gatos, una tienda que crea productos sostenibles para mascotas… Todos ellos son parte de un nuevo ecosistema económico: uno que reconoce que nuestros animales no son “cosas”, sino familia.
Un gran ejemplo de esto es lo que están haciendo empresas chilenas, que ya están creando productos con diseño, cariño y funcionalidad para perros y gatos. Desde camas, juguetes y arnés para perros, hasta accesorios que respetan el bienestar animal, donde su propuesta combina innovación con conciencia.
¿Qué significa realmente ser pet friendly?
No basta con colgar un cartel. Ser pet friendly implica decisiones concretas:
- Disponer de espacios adaptados para animales.
- Contar con productos o servicios para sus necesidades.
- Entender que su bienestar es tan importante como el de sus tutores.
- Promover campañas de adopción y tenencia responsable.
- Capacitaciones para el personal que los atenderá.
- Difusión de información sobre esterilización, vacunas y salud emocional.
Un negocio pet friendly no es solo amigable con las mascotas. También lo es con las personas que las aman. Y eso se traduce en conexión emocional, fidelización y reputación positiva.

El valor de cuidar bien: donde hay amor, hay bienestar
Según diversos estudios internacionales, los hogares que tienen mascotas gastan, en promedio, entre un 15 y un 20% más en productos relacionados con su bienestar. Alimentos premium, atención veterinaria, accesorios, experiencias, turismo pet friendly… El amor se traduce también en oportunidades económicas para quienes entienden que cuidar es el nuevo lujo.
Por eso han surgido tiendas de mascotas, que entienden que el diseño, la funcionalidad y la sostenibilidad también deben aplicarse al mundo animal. Su visión no es solo comercial: es profundamente ética. Y eso la convierte en un ejemplo para emprendedores que buscan aportar valor real al ecosistema pet friendly.
Historias que inspiran: cuando adoptar cambia dos vidas (la suya y la tuya)
María adoptó a Simón, un perro abandonado en Pirque. Tenía sarna, miedo y no se dejaba tocar. Cuatro años después, Simón duerme sobre una cama ecológica, acompaña a María a ferias de emprendimiento y hasta ha sido parte de terapias con niños. “Él no me necesitaba tanto como yo lo necesitaba a él”, dice ella.
Como esta, miles de historias demuestran que adoptar y hacerse cargo puede cambiar vidas. No solo del animal, sino del humano que se atreve a abrir su espacio, su tiempo y su corazón.

¿Y tú, estás listo para hacerlo bien?
Ser pet friendly no es una postal bonita. Es un cambio de mentalidad. Es pasar de “tener” un perro o un gato, a cuidar, acompañar y crecer con ellos.
Es entender que cada vez que abres la puerta de tu casa, también estás abriendo un espacio emocional. Y eso, en un mundo cada vez más individualista, es un acto de humanidad.
Tu historia también importa
¿Tienes una historia de adopción que quieras contar? ¿Un emprendimiento pet friendly que inspira? ¿Una experiencia viajando con tu perro o gato que marcó tu vida?
Publica tu propio reportaje en RECOMIENDO PIRQUE, el mejor portal de cultura, turismo y vida local, y ayúdanos a construir una comunidad más amable, consciente y conectada.
Porque en cada historia de un perro o un gato feliz… hay una persona que decidió hacerlo bien.